Las causas de la sensibilidad dental son variadas y afectan a muchísimas personas. Si sentís un dolor agudo al tomar un helado, cepillarte o respirar aire frío, probablemente sufrís de sensibilidad dental.
Esta molestia es común, pero indica que tus dientes necesitan atención profesional. Te contamos todo lo que tenés que saber.
¿A qué se debe la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental aparece cuando la dentina queda expuesta. Normalmente, el esmalte y las encías la protegen.
Pero si esa capa se desgasta o las encías se retraen, los estímulos como frío, calor o dulces llegan al nervio del diente y generan dolor.
Las causas son múltiples: cepillado fuerte con cerdas duras, pastas abrasivas, consumo excesivo de bebidas ácidas, caries, recesión de encías o incluso bruxismo.
También los tratamientos de blanqueamiento mal indicados pueden aumentar la sensibilidad.
En ocasiones, los procedimientos odontológicos como limpiezas profundas o blanqueamientos también pueden provocar una sensibilidad dental temporal. En esos casos, la molestia suele ceder en pocos días.
Comprender cuál de estas causas es la tuya es fundamental para elegir el tratamiento adecuado.
Identificar el origen con un odontólogo es clave: no todos los casos se tratan de la misma manera.
Sensibilidad dental: qué tomar
Ante una crisis, es común preguntarse qué tomar para la sensibilidad dental, buscando el medicamento mágico que lo solucione.
Un analgésico puede calmar el dolor, pero solo de manera momentánea. Existen además pastas especiales y enjuagues con flúor que ayudan a fortalecer el esmalte y reducir la sensibilidad con el uso constante.
Lo importante es que estas medidas son paliativas. No reemplazan una consulta odontológica. Si solo tomás algo para el dolor, la sensibilidad va a volver porque la causa sigue sin resolverse.
Síntomas de la sensibilidad dental
Los síntomas de sensibilidad dental son fáciles de reconocer:
- Dolor agudo al consumir alimentos fríos, calientes, dulces o ácidos.
- Molestia al cepillarte.
- Incomodidad con el hilo dental.
- Dolor al respirar aire frío.
Estos síntomas pueden presentarse en un solo diente o en varios, y suelen empeorar si no buscás atención.
Por eso, si notás alguno de ellos, no lo ignores. Cuanto antes consultes, más fácil será tratarlo.
¿Cómo prevenir la sensibilidad dental en casa?
Además de los tratamientos profesionales, existen medidas cotidianas que ayudan a prevenir la sensibilidad dental.
Una de las principales es utilizar un cepillo de cerdas suaves y una técnica de cepillado delicada, evitando desgastar el esmalte.
También es clave elegir una pasta dental adecuada, especialmente aquellas formuladas para dientes sensibles.
Cuidar la alimentación también tiene impacto directo: limitar bebidas ácidas como gaseosas y jugos cítricos ayuda a proteger el esmalte.
Del mismo modo, reducir el consumo de azúcar previene caries, otra de las causas de la sensibilidad dental.
Si tenés bruxismo, el uso de férulas de descarga indicadas por el odontólogo puede evitar que el rechinar nocturno siga dañando tus dientes.
Tratamientos profesionales para la sensibilidad dental
Cuando la sensibilidad es persistente, el tratamiento en consultorio es la única solución definitiva.
El odontólogo puede aplicar barnices de flúor de alta concentración, que sellan la dentina expuesta y disminuyen la transmisión del dolor.
En casos de caries o desgastes localizados, se pueden realizar obturaciones o colocar resinas para proteger el diente.
Si la causa es una retracción gingival, se evalúan tratamientos periodontales para cubrir la raíz expuesta.
En los casos más graves, cuando el nervio ya está comprometido, puede ser necesario un tratamiento de conducto.
La clave es no postergar la consulta: cuanto antes se actúe, más simple y efectivo será el tratamiento.
Volvé a disfrutar de una sonrisa sin dolor
La sensibilidad dental no es un problema menor: impacta en tu vida cotidiana y puede esconder una enfermedad más seria.
En IOAT trabajamos con diagnósticos personalizados y tratamientos efectivos: desde pastas desensibilizantes y aplicaciones de flúor hasta selladores, férulas para bruxismo o tratamientos de encías.
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